El corazón de nuestro ministerio late con una doble misión: compartir la esperanza y el amor del evangelio con las comunidades de habla hispana, y construir puentes de comprensión y apoyo entre personas de diversos orígenes. Estamos comprometidos a fomentar un ambiente acogedor donde todos puedan encontrarse con el Dios vivo, independientemente de dónde vengan o dónde se encuentren en su camino personal de fe. Nuestra visión está inspirada en Mateo 28:19: " Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones".  Nos esforzamos por honrar este llamado creando espacios para la adoración, la enseñanza y el compañerismo que sean culturalmente relevantes y espiritualmente enriquecedores para nuestra comunidad.